Capitulo
3º
DONDE
SE CUENTAN LAS RAZONES QUE PÁSO SANTI CON EL CABALLERO ANDATE CON
OTRAS AVENTURAS DIGNAS DE SER CONTADAS.
Entramos
a las ocho de la mañana a el Castillo de Disber como cada dia, sin
nada nuevo que aconteciese digno de destacar, el día transcurría
con cierta tranquilidad , mas a mi en la mesa me tenían, pero esta
vez haciendo cestas, junto a a los Caballeros de la mesa alargada
José Vte, y Tico, mas cinco mujeres , todas ellas atareadas con su
trabajo sin descansar.
Han
llegando el momento y como esta estipulado un descanso para
tomar
alguna hogaza de pan con lo que cada uno buenamente quiera o pueda.
Es
pues que salimos a las afueras de las murallas de la ciudad, y como
todos los dias desde que empezamos la batalla, paso ese
transcendental momento junto con la guerreras transpaletistas, una
simpática muchacha de las que llaman reponedora y que trabaja en
mesa, y mi compañero de otros tiempos Antonio. Es pues como iba
diciendo que allí estando y disfrutando de tan buena compañía, un
pequeño reproche, me lanzo la guerrera Maricarme....
En
estima os tengo caballero, pero habéis de saber que leyendo, lo que
vos publicáis, confundida me siento, pues habéis puesto en mis
labios palabras que creo yo no he pronunciado, ya que tan valerosa y
guerrera como la que mas me considero, lo que no acepto por igual es
que creáis que soy mal hablada, pues leila una palabras como que os
ibais a hostiar, etc... que no es mi lenguaje, por lo que os pido una
rectificación, o en cuyo caso me vera obligada a lanzaros una justa
para
la solucion.
Sorprendido
me dejas gran guerrera Maricarmen, creerme que en mi no hubo ni
hubiese intención de pensar que vos es mal hablada, al contrario y
déjeme que le explique, que alguna palabreja si suelta, pero es
fruto de su buen temperamento y alto nervio, lo que provoca que de
sus labios algun taco salga, pero nunca se interpreta como algo feo y
pecaminoso.... ¡ por San jorge! Va lame el cielo, muy al contrario,
eso la hace de vos si acaso mas humana, y mas de grandeza, ya que
como casi todas las mujeres de este castillo, son fervientes
trabajadoras, en las guerreras se nota mas si acaso, la gran lucha
que se ven envueltas todos los días, por llevar de un sitio para
otro estos demonios, que llaman palets, ya que si alguno de sus
maquinas se escapasen, ¡ Dios no quiera! Sabríamos lo que es una
guerrera enfadada, por lo que es normal que alguna palabreja, como
digo , mal sonante, se le escapase, pero tengame por seguro y
siéntase orgullosa , que si acaso eso es algo en vos que no
disgusta, pues a Dios le he consultado, sobre que opina de lo buen
moza y guerrera que es vos, y el me a contestado, que como tiene el
poder de hacer lo que quisiese, en su tiempo le dio tan buen
temperamento, que si acaso le autorizase a decir algún taco, o
palabreja, para que todos supieran que detrás de esa belleza hay
toda una luchadora guerrera.
Mas
bueno es vuestra merced – Dijo Maricarmen – para predicador que
para caballero andante. De todo sabían y han de saber los caballeros
andantes, Maricarmen – le conteste – por que caballero andante
hubo en los pasado siglos, que si paraba a hacer un sermon o platica
en un camino real, como si fuera graduado por la universidad de
Paris, de donde se infiere, que nuca la lanza emboto la pluma , ni la
pluma la lanza.
En
eso estábamos cuando la voz de Paqui ( jefa de una mesa, y avisadora
del tiempo y el peligro ) se oyó a lo lejos decir , ¡ vamossss !.
Todos empezamos a coger nuestras espadas ( cutex ) y entonces Lola
y Maricarmen dijeron al tiempo. Vamos ahora de aquí y procuremos
donde terminar con los palets. Pues quiera dios que sea en parte
donde no haya , ni manteadores, ni fantasmas, ni moros encantados,
que si los hay, como vos decís , daremos a el diablo el hato y el
garabato. Pero – dijo Maricarmen – en sus escritos , no mienta
ni diga que yo suelto tacos, por que no es del todo verdad. Sea como
vos me pedís, y espero que solucionado la cuestión , no me lo tenga
en consideración, y no se vea maltrecha nuestra amistad-- añadí –
pues piense que a todas en gran estima tengo, y no quisiera yo por
causas sin importancia en cuenta me lo echase al pelo, cada vez que
vos pueda.
Tranquilo
amigo andante, que este platica, es entre destacados amigos, y no se
vuelva a mencionar, ya aclarado a quedado.
Despues
de ese momento con las guerreras y ellos compañeros, volvimos a
nuestro sitio de lucha, y estando yo en la mesa 10, haciendo
cestas...... resultose que mi superior Carlos, tenia a todos los
caballeros y guerreras , en la defensa del sótano, pero necesitaba
que yo también con mi espada y fuerte brazo me uniese a la defensa.
Por lo que llamaron a estar a en mi sitio a un Valeroso Caballero de
fornido grande cuerpo, que “ devoraba” los palets como si los
evaporase.
Llego
Santi , tan marchito y cansado , pues de otra mesa venia, donde un
palizon ya se habían desayunado, que cuando le vi así, le dije ;
Ahora me creerás Santi el bueno, que este castillo , es encantado
sin duda, por que aquellos palets, que tan atrozmente tomaron
pasatiempo contigo ¿ que podía ser si no diablos de otro mundo ? Y
confirmo esto por que desde aquí , viendo como en la otra mesa vos
acabasteis con todos los palets hasta completar el pedido, ahora
os traen aquí a donde se lucha contra lo mismo, pues créame, que no
es por mi gusto, que yo bien me quedaría aquí , pero ya sabéis
como son las leyes de la caballería, que como ya muchas veces te he
dicho , no consienten que caballero ponga entredicho una orden que le
sea dada, y en este caso, la orden es que me baje a el sótano.
También
yo me pongo en orden de caballería – dijo Santi – sea o no sea
armado caballero , pero no puedo , aunque tengo para mi que aquellos
que se holgaron conmigo , no son como vuestra merced dice, fantasmas
encantados, mas bien palets de comida y bebida que hay que
transformar en cestas.
¡
que poco sabes Santi ! , respondí – de achaque de caballeria,
calla y ten paciencia , que día vendrá donde veas por vista de ojos
cuán honrosa cosa es andar en este oficio. Si no dime ¿ que mayor
contento puede haber en el mundo , o que gusto puede igualarse al de
vencer una batalla , y al de triunfar de su enemigo que son esos
diablos que vos llamáis tranquilamente palets. ?
Ninguno,
sin duda alguna . Así debe ser , respondió Santi – puesto que yo
no lo se, sólo sé que después que somos caballeros andantes , o
vuestra merced lo es, jamas hemos vencido batalla alguna , que lo
único que a habido ha sido palos y mas palos, puñadas y mas puñadas
, llevando yo ventaja ya que mi sitio esta en mesa y vos... bueno
vos no lo se, pero cuando hay que correr , para prepar un pedido
nunca le tengo a mi lado, y ahora que vengo yo a esta mesa, para
estar a su lado, maese Lorenzo, me dice que se marcha a no se que
sitio.
Esa
es la pena que yo tengo amigo Santi, y la que tu debes tener –
respondi – pues a mi me llevan a peligros desconocidos y vos, aquí
estan seguros, pues os dejo bien acompañado de toda esta gente, y me
consta que a Jose Vte, vos ya lo conocéis. ¿ y entonces por que
decis que yo también debo tener pena Maese Caballero ? Pregunto
Santi con cierta extrañeza – Pues por eso – le explique – por
que voy a correr peligros que desconozco y tal vez en el intento
quede, y de mi no volvais a saber. En estos coloquios estaban cuando
aparecio Mariangeles , una de las lugartenientes del castillo. Aun
aquí caballero andante, le recuerdo que Carlos le esta esperando
para luchar a su lado. ¡ Oh Santi ! Ya hablaremos en otro momento,
pues ahora se a de ver el bien que me tiene guardado mi suerte; este
es el día , digo en que se ha de mostrar tanto como en otro alguno
el valor de mi brazo, y en que tengo de hacer obras que queden
escritas en el libro de la fama por todos los venideros siglos .
Ande
, ande vuestra merced y vaya a trabajar, y déjese de batallas –
dijo Santi – que como sigamos así a vos lo encierran y a mi me
abroquelan. Hicieronlo así, Santi se quedo en la mesa ocupando el
lugar del Caballero andante, y este se bajo a el sótano , donde ya
estaban sus compañer@s José , Miguel , Ana y Kati.... mas Carlos
que es como mi capitán .
Monto
en su caballo de hierro ( toro ) y a recoger palets se dispuso,
poco a poco , por que el dolor de todos los huesos , no le dejaban
sosegar, ni atender a darse prisa , quiso Carlos en averiguar que le
pasaba diciéndole alguna cosa, y entre otras que le dijo fue lo que
se dirá en el siguiente capítulo.
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