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domingo, 24 de noviembre de 2013

CAPITULO 8º. las avanturas de un caballero en Disber

DONDE SE CUENTA LA HISTORIA DE COMO EL CABALLERO ANDANTE DESCUBRIO LO QUE LLAMABAN “ PISTOLAS “ Y OTRAS COSAS DIGNAS DE CONTAR.



Cuenta la historia que el bachiller Carlos llamo a José para pedirle que fuese comprensivo con el tal Lorenzo Andante, y le enseñase a preparar los palets con su correspondiente ticket y que para ello le debía de enseñar a utilizar la “pistola”. Continua diciendo la historia que era grandisima la atención con que José escuchaba a Carlos , el cual prosiguiendo su platica le dijo, y si ves que se le cruzan los cables y empieza a desvariar, me llamas que intentaremos calmarlo aunque sea atándolo a un pilar. Así sea – dijo José – pero si veo que se vuelve “majara “ yo mismo le atizo, que conozco yo un punto que con un solo un golpecito , le dejo durmiendo un buen tiempo.
Es, pues el caso que como entre amigos no hay cosa mejor que una buena sinceridad. Yo, obligado con las mejores razones – dijo José – y con los mas vivos ejemplos y practicas procurare enséñale como funciona esto de los ordenadores y sus sistemas de trabajo. Ordenadores, ¿ esos letreros luminosos que están metidos dentro de una caja ? Conteste- Sea pues mi caballero José y pongamos en marcha que debo aprender rápido, para poder combatir las batallas con esas nuevas armas, que me ha comentado el bachiller Carlos.



Bien veo yo, señores, que el cielo, que tiene cuidado de socorrer a los buenos, y aun a los malos muchas veces, sin yo merecerlo me envía en estos tan remotos apartados lugares del trato común de las gentes algunas personas, que poniéndome delante de los ojos con vivas y varias razones cuán sin ella ando en hacer la vida que hago, han procurado sacarme desta a mejor parte; pero como no saben que sé yo que en saliendo de este daño he de caer en otro mayor, quizá me deben de tener por hombre de poco reparo, y aún lo que peor sería, por ningún juicio, y no sería maravilla que así fuese, porque a mí se me trasluce que la fuerza de la imaginación de mis desgracias es tan intensa, y puede tanto en mi perdición, que sin que yo pueda ser parte a estorbarlo, vengo a quedar como piedra falto de todo buen sentido y conocimiento; y vengo a caer en la cuenta desta verdad, cuando algunos me dicen y muestran señales de las cosas que he hecho en tanto que aquel terrible accidente me señorea, y yo no sé más que dolerme en vano, y maldecir sin provecho mi ventura, y dar por disculpa de mis locuras el decir la causa dellas a cuantos oírla quieren, porque viendo los cuerdos cuál es la causa no se maravillarán de los efectos, y si no me dieren remedio, a lo menos no me darán culpa, convirtiéndoselos el enojo de mi desenvoltura en lástima de mis desgracias. Y si es que vosotros, señores, venís con la misma intención que otros han venido, antes que paséis adelante en vuestras discretas persuasiones, os ruego que escuchéis el cuento, que no le tiene, de mis desventuras, porque quizá después de entendido, ahorraréis del trabajo que tomaréis en consolar un mal que de todo consuelo es incapaz.
Los dos, que no deseaban otra cosa que saber de su misma boca la causa de mi locura, me rogaron se la contase, ofreciéndole de no hacer otra cosa de la que él quisiese en su remedio o consuelo; y con esto el caballero Andante comenzó su lastimera historia, casi por las mismas palabras y pasos que la había contado en el blog del Motero quijote pocos dias atrás pero por guardar el decoro a la caballería, se quedó el cuento imperfecto, ya que hasta que no termine la campaña, no termina la historia.

Kati a Lorenzo Andante que alli estaba escuchandole atentamente;
"Cada día descubro en vos calores que me obligan y fuerzan a que en más os estime, y así, si quisierais sacarme en el blog contando sus locuras de esta que vos llamáis aventuras , lo podréis muy bien hacer. Pero eso si , no cuente cosas de las cuales entren en lo que diríamos mis cosas de privacidad, si es que me estimáis como decís y como yo creo.
Quedé admirado de este nuevo accidente hasta allí jamás en ella visto, porque desde que me bajaron a las entrañas del pueblo de Disber nos hablábamos las veces que la buena fortuna y mi diligencia lo concedía con todo regocijo y contento, sin mezclar en nuestras pláticas lágrimas, suspiros, celos, sospechas o temores, eso sin descuidar ni un momento en la memoria a mis admiradas guerreras transpaletistas de arriba en especial de la rubia del pelo largo y ojos claros, que tanta paciencia tuvo con este caballero en mi primer año, ya que fue mi mentora para controlar bien una de esas maquinas llamadas transpaletas. En fin, yo me puse pensativo, llena el alma de imaginaciones y sospechas, sin saber lo que sospechaba ni imaginaba la desventura que me guardaba.

Llegué al lugar donde era enviado junto con José a uno de los Dragones escupe pales, pero vistos desde dentro, una espacie de caja de hierro, donde con nuestras monturas llamados “ toros “ debemos depositar los pales y como por arte de brujería de un lateral saca un papelito donde hay escrito un numero y unas letras, y a ello se le apunta con esos artilugios llamados “pistolas “ que lanzando una luz identifican hacia donde va el pales . Fui bien recibido por José , porque me mandó aguardar, bien a mi disgusto, uno de los pales y al ir a buscar el tal artilugio en su sitio no estaba; Caballero José – Grite – mientras el se alejaba a otro de los montacargas, ¿ donde esta la susodicha “ pistola “ ? y volviendo sobre su camino ya he echo, me dijo ; Aquí llevo la suya y la mía, pues antes de venir a ayudarme yo llevaba los dos montacargas y las dos pistolas. Dejándome una en mi mano y en caminándose hacia su otro montacargas, viendo como se alejaba – pensé – Este debe ser José el famoso caballero de miles de historias escritas y que yo he podido leer llamado JOSE “ DOS PISTOLAS “ todo un aventurero y justiciero . Y esta aventura termina con la labor de el bachiller Carlos y José dos pistolas por la buena labor y paciencia que han tenido con este caballero andante para enseñarle a utilizar las pistolas en el trabajo y dejar la mini espada ( cutex ) para otras ocasiones de menos resolventes, por eso a josé le dedico mi pensamiento cada vez que la pistola utilizo.””” Por amor de Dios os ruego que encaminéis luego este palet al lugar y a la persona que dice el sobrescrito, que todo es bien conocido, y en ello haréis un gran servicio”””


Una aventura contada por  LORENZO ANDANTE


Parael blog   EL MOTERO QUIJOTE


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