SAN VALENTIN , concentración de los INDALICOS.
En nuestro caso han sido tres días, así que
tratare de contar lo allí vivido por capítulos.
CAPITULO
I – Donde se cuenta la llegada y primera noche de este Andante Motero y
su también motera mujer, Dulcilicia.
Hace tiempo que dije que la fuerza de los
Indalicos es la cohesión del grupo, sé que todo perfecto no puede ser, que habrá
alguna pequeña diferencia entre los miembros, pero nada que un buen presidente
no sepa solucionar para el bien del conjunto. Y es cierto que eso necesita una
buena compañía que te apoye, ya dijo alguien en un su momento que detrás de
todo gran hombre, hay una gran mujer, pues eso sumado por todas las parejas que
forman el grupo de los Indalicos hace que año a año los moter@s que vamos
disfrutemos del fin de semana, tanto en San Valentín , como en Los pollos.
Este viernes nos fuimos una vez más a la concentración
SAN VALENTIN organizada por los Indalicos, hotel a pensión completa a un precio
especial para los moter@s y derecho a conciertos muy buenos y rutas muy bien organizadas. Eso es la concentración
de tres días, luego ya cada un@ lo disfruta como mejor quiera, yo por ejemplo
no soy de mucho concierto, pero disfruto viendo como l@s moter@s se lo pasan
bien, como hay moter@s que estarían toda la noche bailando rock aunque a la
mañana siguiente no puedan moverse, pero eso es la esencia del espirito .
Yo soy más de disfrutar de la ¨tranquilidad y
descanso ¨ después de un viaje disfrutando de los paisajes. Adoro un café o una
buena cerveza, según la hora con una charla tranquila y observando a mí
alrededor.
El viernes noche, estando en los preparativos
del concierto, observaba a la gente y pensaba…hay que ver lo que hace las
motos, otro viernes cualquiera la mayoría de estos personas estaríamos sentados en el sofá de casa en chándal
o incluso en pijama viendo – sálvame . o Tu cara me suena – en cambio hoy aquí estamos
, con nuestras motos a la puerta del hotel, con nuestros chalecos, y la cerveza
en la mano mientras nuestras mujeres más resplandecientes con sus pantalones de
piel o vaqueros, su chaleco del club y dispuestas a disfrutar bailando.
Como cambia el espíritu del día a día, a una noche con los Indalicos. Supongo que el que no conozca este mundillo y lo vea desde fuera pensara que no somos normales, pero lo cierto es que esa misma gente nos tiene envidia por como lo disfrutamos.
CONTINUARA…..
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