El almuerzo es una costumbre muy arraigada en pueblos y ciudades de
la comunidad Valenciana.
Como bien sabrá aquel que practica la cultura del esmorzaret, este
se compone por lo general, de un bocadillo acompañado de tapas (preferiblemente
aceitunas y cacaos), con bebida, siendo la cerveza la estrella en este horario
y por último se acompaña de café o carajillo (de coñac, ron, cremaet, etc.), una
costumbre muy nuestra, siendo sin duda una excusa para reunirse con amigos. Hablando
de los moteros o ciclistas, lógicamente, optamos por almorzar en poblaciones
que rinden culto al esmorzaret de una manera diferente como en ningún otro
sitio de España y aprovechar para rutear por la provincia, donde haya apetecibles
bocadillos de pan recién horneado, acompañado de lo antes mencionado (frutos
secos, aceitunas, una buena cerveza y un café o carajillo), haciendo de la
cultura del almuerzo toda una religión, entre 5 a 7 €.
Hoy nos hemos desplazado hasta el Palmar.
El Palmar es un pequeño pueblo de pescadores que ha ido crecido en
el mismo centro de La Albufera, rodeada de cultivos de arroz. El Palmar está
rodeado de canales por los que los pescadores circulan con sus barcas, que
utilizan tradicionalmente para pescar y también para dar paseos por el lago.
Caminar por las calles de El Palmar es como caminar por un museo al aire libre
y en plena naturaleza. Dentro del pueblo puedes ver multitud de espacios y
sitios de interés.
Teníamos previsto ir a Castellón,
pero un ataque del mal de muelas, nos ha hecho cambiar de planes, eso y que
Dulcilicia tenía que salir pronto de regreso a Granada.
No hay nada como un tranquilo almuerzo, donde ver pasar a los
colegas mientras disfrutamos de buena charla y mucha tranquilidad.
No todo en la moto es curvear y velocidad, existen los momentos
relajados y sinceros donde una buena conversación te acerca más a conocer a los
colegas.
Un reportaje de Lorenzo Andante.
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